En Zhan Zuang, sin música en mis oídos, sin miradas ajenas... escucho mis latidos, mis pensamientos. Me persivo en mi fortaleza y en mi debilidad, entreabro los ojos y veo temblar levemente mis manos, vuelvo a cerrarlos y siento mi respiración queriendo acortarse. Me enfoco en mantener mi respiración tranquila y constante y en vaciar mi mente. Soltar cualquier resistencia a la quietud, vaciarme de intención.
Cada vez es mas fácil estar, aceptar el momento presente tal cual es.
Nunca está concluido el trabajo, siempre hay un lugar mas profundo por soltar,
siempre hay mas espacio interno.
VPrimost 2018
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