En las tradiciones Taoistas, el solsticio de invierno es considerado el día mas Yin del año, cuando las fuerzas de contracción golpean un punto de quietud y dan origen al Yang, apenas resplandeciente con su promesa de luz y expansión. La estación de invierno es asociada con el elemento agua (shui), cuyo carácter recuerda al cambio de fase del hielo para convertirse en agua. Esta habilidad del agua de desensamblarse y reorganizarse con otras moléculas es esencial a la química de la vida. El agua también es un perfecto conductor de electricidad y esto es muy importante en la operación día a día de nuestros cuerpos, que ciertamente depende de esta capacidad de transmitir información. En la medicina China, se dice que el elemento agua gobierna el ADN, nuestras reservas de sabiduría ancestral.
El agua es uno de cinco elementos (Wu Xing), o tipos de energía, que describen las interacciones y relaciones entre fenómenos. Por ejemplo el elemento agua se expresa en el invierno como un período de retiro en el que prevalece la quietud, mientras que el elemento fuego es expresado en el verano como un período de florecimiento en el cual prevalece la expansión. Cada elemento tiene asociaciones y resonancias con una cierta emoción, momento del año, del día, un clima, un color un sonido, así como el control sobre órganos específicos.
El agua resuena con las emociones del miedo y el coraje, el sonido del gemido o el crujir, la estación de invierno, el horario de la tarde (3 a 7pm) el color azul/negro y las estructuras del cuerpo de los oídos, dientes y huesos. La estación invernal es considerada el momento mas Yin del año porque el Yang es bajo produciendo frío y oscuridad, cuando una gran parte de la naturaleza entra en hibernación. Por lo tanto el agua está relacionada al realentamiento, la quietud y el descanso. La energía es condensada, conservada y guardada. Es un tiempo de gestación y aprovisionamiento de recursos para que al llegar la primavera, la fuerza creciente del Yang se dispare hacia delante con el nuevo crecimiento.
La Tortuga del Qi gong de los Cinco Animales de Wudang representa claramente esta energía: lenta, constante, sigilosa, contenida. Camina en movimientos espirales, cada paso es corto y sostenido, el avance es cuidadoso, lento y enraizado, por lo bajo, como las aguas que siempre llegan al punto mas bajo de su recorrido, siempre en contacto con el lecho del río y el océano.
Cada órgano Yin también hospeda un aspecto de la consciencia llamado Shen, o energía espiritual. La que regula a todas es la del Corazón (Shen), la del bazo (yi) vinculada al intelecto, la de los pulmones (Po) atiende a nuestros deseos mas inmediatos, la del hígado (Hun) que excede a la vida corporal y la del riñón (Zhi) que alimenta nuestra voluntad y el esfuerzo requerido para llevar a cabo nuestros objetivos. Zhi nos conecta con el campo unificado de consciencia y nuestros instintos. El elemento agua nos da coraje de seguir nuestra sabiduría innata y alinearnos con el Tao. Cuando volteamos nuestra voluntad hacia afuera para satisfacer los deseos sensoriales de nuestra mente, corremos el riesgo de perder nuestra conexión con el eterno Tao y no concretar nuestro destino. En un nivel emocional, inestabilidad, miedo y falta de voluntad de enfrentar nuestro dolor espiritual son sintomáticos de este tipo de desconexión de la sabiduría profunda de nuestros cuerpos.
Mientras que los problemas en los riñones pueden manifestarse en cualquier momento del año, el invierno es nuestra estación para cuidarlos especialmente. A través del descanso, la práctica de la meditación, el qi gong y el ejercicio moderado evitando la transpiración; y la alimentación a base de comidas y bebidas tibias. Se recomiendan los porotos negros, el sésamo negro, las algas, el pescado y el te de jengibre.
“Vacía tu mente, se sin forma, como el agua. El agua en el vaso, se convierte en el vaso, el agua en la botella, se convierte en la botella, el agua en la tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir, o puede golpear. Sé como el agua, el agua que fluye nunca se estanca, hay que seguir fluyendo.”
Bruce Lee