Tal cuál dice la propaganda de #Poett : “cuando respiras tus sentidos se despiertan y conectas con pequeños momentos”, lo que Poett no nos dice es por qué nos resulta tan difícil darnos cotidianamente esos momentos especiales.
El hecho es que la vorágine de la vida cotidiana nos ha acostumbrado a responder a las demandas de un mundo cada vez mas acelerado y esta costumbre nos ha generado en muchos casos él hábito de contener la respiración, sino otros aún mas complejos.
Un hábito no es algo de lo que sea tan fácil deshacernos.
Ojalá con comprar un aromatizador de ambientes fuera suficiente para simplemente comenzar a ser mas felices!
Sabemos que no es comprando ese aromatizador que conseguiremos reducir el tono muscular de nuestro tórax para que el aire pueda entrar a nuestros pulmones con mayor libertad. Y así darnos el placer de percibir el momento presente.
Por otro lado la propaganda nos invita a PARAR y RESPIRAR por un momento en algún día especial. Sin embargo esto se hace bastante difícil cuando cotidianamente tensamos nuestro cuerpo por causa del stress y nos habituamos a incorporar menos oxígeno del necesario.
No sería mejor inversión apostar a desarrollar un modo de estar día a día, momento a momento, en el que podamos cumplir con nuestras tareas mientras CONTINUAMOS RESPIRANDO y percibiendo los detalles del momento ?
Sabemos que el oxígeno no es solo necesario para disfrutar de los “momentos especiales” de nuestras vidas.
También es imprescindible para alimentar a todos los procesos metabólicos, para que el cerebro y el sistema cardíaco funcionen adecuadamente y para que todo el sistema se integre de manera eficiente y así llevar a cabo cada actividad que deseamos en nuestro mayor potencial.
Y por qué necesitamos aprender a hacer algo que debería ser natural?
A través de los años hemos acostumbrado a nuestros sentidos a percibir que el nivel de tensión que utilizamos día a día “está bien”, que el bajo nivel de oxígeno que conseguimos ingresar al cuerpo “esta bien”, que vivir con dolores, mareos, dificultades de memoria, estrés, entre otras cosas… “está bien”
Cuando por una cantidad de tiempo prolongado le decimos a un organismo que esta es la forma “normal” de existir, el organismo nos hace caso! y toma esos parámetros como sus guías.
Por eso muchas veces creemos estar relajados cuando en realidad no lo estamos, creemos estar respirando profundamente cuando en realidad no lo estamos, creemos estar llevando adelante la mejor vida posible para nosotros hoy, y en realidad hay mucho mas en este mundo que podríamos estar disfrutando.
Comenzando por la posibilidad de movernos fácilmente y sin dolor, incorporando el oxígeno necesario para que todos los procesos estén bien alimentados, dándonos mayor capacidad de atender adecuadamente a cada tarea y así ser mas eficientes con nuestro tiempo y energía; y mientras tanto también disfrutar de cada momento, ya que cada momento es especial y cada momento es lo mas real que tenemos y de nuestra presencia en él depende con cuanta plenitud vivimos nuestras vidas.
Aprender a parar y respirar, luego continuar en actividad mientras recordamos seguir respirando y darnos tiempos ante cada estímulo para elegir como responder a él, de eso se trata la Técnica Alexander.
Para aprender a reformular nuestro sistema sensorial y el modo en que estamos presentes, la Técnica Alexander nos ofrece el trabajo individual con una profesora entrenada especialmente en el arte de parar y respirar.
Arte en el que se inició a través de una formación de 1500 horas en la que día a día durante tres años dedicó 3 horas de su vida a parar y respirar con la ayuda de otros profesores que aprendieron del mismo modo, desde que el Australiano Frederik Mathias Alexander desarrolló esta maravillosa técnica a principios del siglo XX y comenzó a transmitirla a sus discípulos.
La profesora nos acompaña en el proceso de desarrollar nuestra propia técnica, observándonos en actividad, invitando con sus manos a reducir el tono muscular y propiciar la expansión de toda la estructura durante la ejecución de movimientos cotidianos o específicos.
A través del trabajo personalizado y conjunto, reeducamos nuestros sentidos y desarrollamos la integración psicofísica necesaria para poder sostener este modo de estar presentes a lo largo de nuestros días y actividades.
Deshacer los hábitos de una vida puede tomar mas o menos tiempo según el proceso personal de cada alumnx, pero dando los primeros pasos en este camino, los cambios en nuestra vida se hacen notables desde el comienzo. Cada paso es un nuevo nudo que desenredamos del malentendido de los hábitos para ir dando permiso al sistema de funcionar de manera refleja y tan sabiamente como es natural en cada organismo. Desde el momento en que se reduce la tensión todo comienza a organizarse como un río que consiguió sobrepasar un obstáculo para continuar con su recorrido natural e incuestionable.
Cotidianamente recibimos del marketing señales que conectan con cosas que nos pasan realmente, preocupaciones y problemas que son reales en nuestras vidas, usando esa atención para generar la fantasía de que consumiendo un determinado producto estaremos mas cerca de resolver alguno de nuestros problemas.
El marketing seguirá existiendo, todos hacemos uso de él de alguna manera.
Pero es importante diferenciar entre la fantasía de una necesidad satisfecha conceptualmente y el hecho real de sentir los cambios en nuestras vidas de manera contundente. Y así poder comprar el desodorante Poett sabiendo que no es para parar y respirar sino para aromatizar un espacio que será mas útil. Y que lo otro es algo mucho mas propio, algo que podemos desarrollar de una manera mas consistente y satisfactoria que yendo a la góndola de un supermercado y sumando aroma artificial a nuestras vidas.
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